jueves, 18 de septiembre de 2014

Primer Paso para Adultos Niños

Admitimos que éramos impotentes ante las deficiencias de nuestra infancia - que nuestras vidas se habían vuelto inmanejables


Comprendiendo el primer paso

¿Recuerdas cuando eras niño y te hacían cosquillas? Y algunas veces te las hacían tan fuerte que perdías el control, y gritabas “¡Me doy, me doy, por favor, ya no me hagas cosquillas!”. ¿Y algunas veces, hasta que alguien te rescataba dejaban de molestarte?
El Primer Paso es como este episodio de nuestra niñez. Nuestra vida, conductas y actitudes son como esa persona cruel que nos hacía cosquillas, y ahora nos causan dolor y daños. Y tratamos de controlar para dominar y protegernos, pero los resultados frecuentemente han sido un caos. Y ahora no queremos ni ceder el control ni liberarnos de este tormento. En el Primer Paso admitimos que ya no podemos seguir así. Pedimos que nos liberen. Gritamos llorando: “¡Me doy!”.

Trabajando el primer paso

El Primer Paso nos brinda la oportunidad para admitir nuestra realidad y reconocer que nuestra vida no está funcionando como quisiéramos. Aprovechamos esta oportunidad para dejar de fingir y enfrentarnos a nuestra impotencia; en cierta forma, detenemos el malabarismo que hemos realizado con nuestras vidas durante tanto tiempo. Admitimos que no podemos continuar con la falsa idea de tener el control. Si esto significa dejar caer las pelotas, entonces ¡que se caigan, y ya! Estamos tan cansados de hacer tantos malabares con nuestra vida, que estamos listos para aceptar lo que venga.

Preparándonos para el primer paso

Manejamos nuestra vida de tal modo que llegamos al final de la cuerda y tocamos fondo. Nuestro esfuerzo y modo de hacer las cosas nos falló. En este punto,el Primer Paso nos da la oportunidad de reconocer que no tenemos control sobre nuestra vida. Nos preparamos admitiendo que nuestra impotencia es el primer paso del viaje que nos llevará hacia la plenitud. Este paso detiene el esfuerzo mal aplicado y nuestra forma de vivir. De hecho, nos da permiso para rendirnos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario