¿Existe una familia sana y funcional?
¡Por supuesto que sí!
Los adultos maduros y sanos emocionalmente no son el
resultado de una "niñez
perfecta", sino más bien de un sistema familiar que tiene reglas
razonables y consistentes y una base de confianza y respuestas apropiadas
cuando estas reglas se rompen.
El castigo en una familia sana y funcional no está fuera de
proporción a la ofensa y sobre todo no consiste en golpes y daños emocionales.
En cambio, los Adultos Niños crecen en familias donde las
reglas no están bien definidas y más bien están sujetas al capricho de la persona
que esté ahí en el momento; por ejemplo, quizás nuestro padre nos ordena hacer
algo al mismo tiempo que nuestra madre nos lo prohíbe, pero a la vez nuestro
abuelo nos dice que hagamos algo diferente, y para colmo algún tío o amigo de
la familia se burla de nosotros. Con este tipo de incoherencias el niño crece “creyendo que no puede hacer nada bien” y “que
no sirve para nada”.
extraído del libro Adultos Niños por Max R. Schmidt
No hay comentarios.:
Publicar un comentario