domingo, 7 de junio de 2015

Características de los Adultos Niños


H
emos descubierto que si los responsables de criarnos fueron personas inestables emocionalmente[1] o tuvieron problemas de abuso de substancias, compartimos ciertas características disfuncionales similares por haber crecido con las cuatro reglas básicas de un sistema familiar disfuncional y que son:
1.       Rigidez
2.       Silencio
3.       Negación
4.       Aislamiento
Nuestras características pueden agruparse de la siguiente manera:
Características Emocionales
Características Mentales
Características Físicas
Características Conductuales
Miedo
Ira
Dolor
Resentimiento
Desconfianza
Soledad
Tristeza
Pena
Culpa
Rigidez
Extremista
Falta de infor-mación
Obsesivo com-pulsivo
Indecisión
Disfunciones cognitivas
Hipervigilia
Hombros ten-sos
Dolor de es-palda
Disfunción sexual
Problemas gastrointes-tinales
Tensión ner-viosa
Alergias
Vida en crisis
Manipulador
Dificultad para frater-nizar
Dificultad para diver-tirse
Obsesión por pertenecer
Compulsiones y adicciones

características emocionales

Los Adultos Niños no compartimos las mismas características mentales, físicas y conductuales. Sin embargo, nuestras emociones subyacentes, miedo, coraje y dolor, son similares, lo que nos permite identificarnos rápidamente, aún cuando nuestras conductas sean diferentes. Por ejemplo, quizás uno esté brincando de una relación a otra, mientras que otro se ha mantenido siempre en la misma. Aunque las conductas sean diferentes, ambos comparten el mismo problema de fondo: miedo y desconfianza.
El sentimiento de abandono es nuestro sentimiento primario, pero el miedo ocupa el primer lugar de las Características Emocionales pues es nuestra emoción subyacente. Suele manifestarse más bien como ira y dolor. Para recuperarnos plenamente, los Adultos Niños debemos trabajar todas las emociones primarias y secundarias provocadas por haber vivido en un sistema familiar disfuncional e incoherente como miedo, ira, dolor, resentimiento, desconfianza y tristeza. Si las emociones secundarias no son resueltas, aún cuando se resuelva el sentimiento de abandono no habrá una plena recuperación.

características mentales

Los Adultos Niños desarrollamos una perspectiva mental de la vida de acuerdo a lo que vivimos en nuestra familia disfuncional y sus reglas - rigidez, silencio, negación y aislamiento – que dieron forma a nuestra manera extremista de pensar, pues no vemos la vida como un proceso, sino en absolutos: o es blanco o negro, o todo o nada, lo que nos ha hecho muy difícil aprender a negociar nuestras necesidades.
Por la falta de respuestas o las respuestas incoherentes que nos dieron los adultos encargados de criarnos, tenemos poca información real y válida de la vida y sus procesos, entre otras, del manejo de nuestras emociones. Por ello, nos es más fácil ser compulsivos, pues la falta de información nos hace difícil decidir lo mejor, y peor aún, creemos que para no equivocarnos, es mejor “ser perfectos”.
Entre nosotros es común la dislexia y otras disfunciones cognitivas que pasaron desapercibidas y no fueron atendidas lo que en la escuela nos provocó problemas de aprendizaje; por ello, no nos es fácil pensar con claridad; sobre todo si estamos bajo presión.

características físicas

Una familia disfuncional es un sistema que funciona, pero bajo mucha presión y tensión, lo que de niños repercutió sobre nuestra salud. Cargamos diversos sentimientos dolorosos reprimidos; por ejemplo, el sentimiento de abandono nos provoca tensión en hombros y dolor de cabeza y la falta de apoyo dolor en la espalda baja.
Por lo general, tenemos diversos tipos y grados de disfunciones sexuales, sobre todo si fuimos víctimas de abuso, lo cual es la norma y no la excepción en las familias disfuncionales y afecta tanto a las niñas como a los niños. La disfunción sexual puede manifestarse como impotencia, ansiedad al desempeño, anorgasmia o profundos sentimientos de pena y culpa, lo que nos impide disfrutar de nuestra sexualidad plenamente.
Los Adultos Niños reprimimos nuestras emociones, lo que nos provoca diversos tipos de desórdenes gastrointestinales como úlcera, constipación, diarrea y dolor estomacal. La depresión, común entre nosotros, nos hace más vulnerables al catarro, insomnio, estados generalizados de fatiga y baja energía. Asimismo, nos son comunes las alergias a la comida, polen, polvo, alcohol y otras drogas.
Una vez que un Adulto Niño comienza a recuperarse, trabajando el programa ANA, muchas de las dolencias físicas desapareen, pero otras tendrán que ser atendidas profesionalmente por un médico.

características conductuales

Aunque los Adultos Niños solo tenemos en común ciertos hábitos y conductas, todos tenemos en común las razones por las que los desarrollamos: la respuesta a la incoherencia y las conductas impredecibles, a veces peligrosas, de los adultos encargados de cuidarnos; sobre todo si hubo abuso de sustancias.
Por otro lado, como los adultos de la familia disfuncional se comportan con las cuatro reglas de la familia disfuncional - Rigidez, Silencio, Negación y Aislamiento – además de haber desarrollado hábitos y conductas para sobrevivir, ¡aprendimos a comportarnos con las cuatro reglas de la familia disfuncional!
Una familia disfuncional siempre vive en crisis. En consecuencia, nos es normal organizarnos para vivir siempre en crisis y así sentir que “estamos viviendo la vida y somos útiles”. Y la verdad es que este remolino de actividad solo es un escudo para no ver ni sentir el dolor de nuestra realidad.
Nuestra desesperada necesidad de controlar todo, lo que incluye personas, trabajos, espacio físico, y casi todo lo que los rodea, es consecuencia directa de nuestro desarrollo en una familia emocionalmente inmadura e incoherente. Toda persona tiene la necesidad de sentirse segura, sobre todo un niño, pero como nuestra familia era incoherente, sin importar como se mostraba a terceros, tratábamos inútilmente de controlar el sistema para sentirnos seguros. Así se gestó nuestra codependencia y necesidad de controlar todo.
Una familia disfuncional no satisface las necesidades normales de amor, afecto, atención y reconocimiento. Por ello, aprendimos que para obtener lo que deseábamos, teníamos que manipular. Hoy, aún sabiendo que esto está mal, no podemos dejar de hacerlo porque no sabemos comportarnos de otra manera sino hasta después de iniciar el programa para sanar el problema.
La intimidad y la fraternidad requieren de confianza, comunicación y habilidad para resolver conflictos, características que no tenemos pues nos es muy difícil decir lo que sentimos, necesitamos y queremos; a veces ¡hasta nos es difícil llevar una conversación normal!; Y más aún ¡hablar de asuntos que nos son muy importantes! Los Adultos Niños no sabemos cómo resolver conflictos y en su lugar, preferimos aparentar que no los hay, ya que nos es muy difícil negociar soluciones.
Los Adultos Niños entablamos dos tipos básicos de relación de pareja:
v  Buscamos una cualidad mágica inalcanzable para sentirnos bien, por lo que brincamos de una relación a otra.
v  Nos aferramos a una sola persona sin importarnos lo mal o en contra que esté de la relación.
Lo triste en ambos casos es que presentimos que algo anda mal, pero no podemos entender qué. Si se nos llegara a preguntar que es la intimidad, la mayoría nos quedaríamos en blanco, con la mirada perdida, sin poder responder atinadamente.
Una familia disfuncional no es un lugar divertido: es seria y caótica. Por ello, de niños no aprendimos a jugar. Y esto se complicó aún más por querer tener todo bajo control. En consecuencia, nos tomamos todo muy en serio y aún cuando nos estemos divirtiendo, siempre tendremos el sentimiento de que nos caerá la guillotina y nuestra diversión terminará súbita y dolorosamente.
La mayoría tratamos de pertenecer; y a lo que sea. Somos maestros en integrarnos a todo tipo de grupo, sin importar que tanto daño nos haga estar ahí. Somos maestros de la actuación, pero al mismo tiempo, nos aterra ser el centro de atención. Esto tiene sus raíces en la familia disfuncional donde llamar la atención podía ser peligroso.
Nuestras actitudes y conductas obsesivas compulsivas son aprendidas y, si no las sanamos, persistirán hasta la muerte. Sus efectos son ilimitados y muy dolorosos. Todo lo que se pueda hacer, lo haremos de manera compulsiva y adictiva. Por ejemplo:
v  Alcoholismo y drogadicción: Los Adultos Niños son 5 veces más propensos que los niños de familias normales.
v  Desórdenes Alimenticios, como anorexia, bulimia, etc.
v  Fumar
v  Relaciones Adictivas
v  Adicción y compulsión al sexo
v  Adicción y compulsión al deporte
v  Compulsión a la perfección.
v  Adicción y compulsión hacia ____________ (llena el espacio tu mismo, la lista es prácticamente infinita)
La clasificación de las características en categorías emocionales, mentales, físicas y conductuales es tan solo un intento en ayudarte a clarificar un síndrome que es extremadamente complejo. El modelo no representa a un Adulto Niño, pues cada cual es un ser único e individual. Aunque las características pueden cambiar, la base emocional es la misma: la experiencia de haber crecido en una familia disfuncional con un común denominador: miedo, ira, y dolor.
Las decisiones que motivan a los Adultos Niños surgen de su niñez, a menudo olvidada y guardada en el inconsciente. No saben porque sienten, piensan y se comportan de la forma en que lo hacen, y cuando finalmente se dan cuenta, creen que no podrán cambiar. Sin embargo, cientos de Adultos Niños se han recuperado con la práctica del Programa ANA de Doce Pasos. Quizás de todos los grupos de recuperación, pocos somos tan dedicados y responsables en trabajar una solución efectiva de recuperación como los Adultos Niños. Nuestro valor y voluntad son una poderosa fuente de inspiración.

Te invito a que descargues mi ebook "Camino al Corazón - Doce Pasos para Adultos Niños" (Max R. Schmidt) desde tu iTunes haciendo clic aquí
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[1] Recomendamos al lector que lea y recomiende a los adultos con problemas emocionales el libro “El Libro Grande - Como Funciona el Programa de Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos” de Max R. Schmidt en tu iTunes o tu libro impreso haciendo clic aquí
Adultos Niños se han recuperado con la práctica del Programa ANA de Doce Pasos. Quizás de todos los grupos de recuperación, pocos somos tan dedicados y responsables en trabajar una solución efectiva de recuperación como los Adultos Niños. Nuestro valor y voluntad son una poderosa fuente de inspiración.




[1] Recomendamos al lector que lea y recomiende a los adultos con problemas emocionales el libro “El Libro Grande - Como Funciona el Programa de Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos” de Max R. Schmidt

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