Si en una reunión nos levantamos y decimos algo acerca de
nosotros mismos con el fin de ayudar a un semejante, nos sentimos mucho mejor.
Es la antigua ley de que, cuando más se da, más se recibe. El hecho de dar
testimonio y la confesión forman parte de la conservación de la sobriedad.
Nunca se sabe cuándo se puede necesitar de alguien. Ayudar a los demás es una
de las mejores formas para conservarse sobrio. Y la satisfacción que se obtiene
al ayudar a un semejante es una de las más hermosas experiencias que se pueden
vivir. – “¿Estoy yo ayudando a otros?”.
Meditación del Día
Jamás se alcanza una victoria real sin Dios. Todas las
victorias militares de los grandes conquistadores han pasado a la historia. El
mundo podía ser mejor sin los conquistadores militares. Las victorias reales
son las obtenidas en el reino espiritual. “Aquel que se conquista a sí mismo es
más grande que el que conquista países”. Las victorias verdaderas son las
victorias sobre el pecado y las tentaciones, conducentes a una vida victoriosa
y confiada. Hay que enfrentarse a todas las dificultades con espíritu de
conquista. Hay que recordar que, allí donde se halle Dios, se encuentra la
victoria verdadera.
Oración del Día
Ruego porque las fuerzas del mal en mi vida huyan ante la
presencia de Dios. Pido porque, en unión de Dios, pueda obtener la victoria
real sobre mí mismo.
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